Patti Smith - Devoción

Estamos ante la última obra escrita de la cantante punk de 72 años, un libro que ofrece una perspectiva autobiográfica y conforme avanza va tomando el cuerpo de una narrativa informal. En libro en forma de tríptico nos invita a viajar de la mano de Smith por un París al más puro estilo neoyorkino, contándonos tres historias que aunque no tienen una relación entre si, nos permiten comprobar con una aprobación un tanto estival cómo funciona la mente de la cantante, para darnos cuenta lo multifacética que puede llegar a ser la escritura de una mujer que ha sido de todo (poeta, feminista, intelectual y rockera claro) y que sigue deteniéndose a esculpir nuevas experiencias.

Una patinadora en la televisión de un hotel de París hace que "la madrina del punk" tome la inspiración necesaria poniendo tinta y mano para crear letras y así comenzar este pequeño trip a lo largo de la ciudad parisina, donde los protagonistas toman forma de calles que evocan la memoria de Víctor Hugo o la Guernica de Picasso, visitas a cafés y bares con conversaciones sobre Simone Weil y hasta la mismísima Virginia Woolf, para terminar en la casa de Albert Camus en compañía de la hija del escritor. La obra en si te invita a dejarte llevar como acompañante silencioso a lo largo de su recorrido en una lectura que se digiere rápido haciendo de ésta una especie de baile bajo las luces tenues de tus ojos, y como ella misma ha dicho "mi duelo se ha convertido en danza" y aquí la prueba.

Más allá de una autobiografía el libro recae en la devoción de contar la rutina de una parafilia que la cantante viene experimentando desde temprana edad, vemos de cerca una introspección algo tímida aún, pero si eres un seguidor de su arte o pretendes adentrarte a las ideas de una de las pioneras del Punk ve esto como un lado B inconcluso y no como una obra ambiciosa, ya que el libro dista mucho de ser rico en cuanto a cuerpo literario se refiere y a su vez sustancioso para aquel que la sigue de cerca.

Patti Smith genera siempre alta expectativa en sus creaciones, no importando si vienen acompañadas de acordes, voces, versos o activismo, siempre será obligado darle la oportunidad a sus propuestas, no sabemos en que momento caeremos en la certeza de su hegemonía cultural, pero si de algo podemos asegurarnos es que el caminar descalzos por un camino que de ratos oscurece nos hace comprobar que la noche pertenece a los amantes, pertenece a la locura y eso a veces nos lleva a no limitarnos con vivir.