El Túnel - Ernesto Sábato
- Manu Hemingway
- 2 may 2019
- 5 Min. de lectura
La literatura es un acto antagónico de la realidad, uno como lector antes de abrir un libro debe soslayar la idea de salir ileso de una experiencia llena de ficción pero que inevitablemente se verá reflejada en nuestras futuras reacciones. ¿Qué tanto podemos encontrar en un libro que complementa una pieza que desconocíamos y que embona a la perfección con nuestra persona? Vamos tomando partes de cada autor, de cada página y las impregnamos en nosotros para formar una nueva imagen que vista al espejo nos da la alegría de poder decir "he leído". Sin embargo, en otras ocasiones nos encontramos con textos que ponen en jaque nuestros juicios que hasta ese momento consideramos inquebrantables y que terminan fulminados por someros, literatura que nos muestra la capacidad de un escritor de cómo hacer dudar de nuestros preceptos más sólidos, para después simplemente sentarnos y suspirar, fatigados por una justa que terminamos agradeciendo. La experiencia leer historias tan fortuitas y fuera del contexto general de nuestra naturaleza geográfica, genera en nosotros la gratificación de sabernos testigos y guardianes de un instante plasmado en letras.
En 1948 el escritor uruguayo Ernesto Sábato da a luz una de las obras más sobresalientes de la literatura latinoamericana considerada hoy día una obra cumbre del habla hispana, El Túnel, un libro lleno de carga ideológica y que expone una visión muy particular sobre la soledad y sus múltiples consecuencias. En esta reseña y en aras de que te familiarices con el escritor uruguayo, te invito a leer su obra para que adquieras una imagen verosímil de los momentos más significativos de su trayectoria intelectual, y en especial de esta monumental obra que es considerara una novela - ensayo al estar sustentada en estudios científicos, políticos, reflexiones sociológicas e indagaciones sobre la moral, elementos que enriquecen la narrativa en su totalidad.

La historia se desarrolla en Buenos Aires y es narrada en primera persona por Juan Pablo Castel, un reconocido pintor porteño, este personaje busca ser comprendido, lo que lo orilla a relatar los hechos que lo llevaron a asesinar a la única persona que lo logró comprender, María Iribarne quien se ve envuelta en un gran enigma, mismo que impulsa a Juan Pablo Castel a asesinarla. Por su parte, Castel, se obsesiona al ver su propia salvación. El tema de la novela desarrolla el amor obsesivo de Juan Pablo hacia María y los celos por la falta de comunicación que lo llevaron a caer en la obsesión, al borde de la locura y a la acción de cometer un crimen. Una obra donde abunda el pesimismo en cada diálogo o pensamiento de los personajes. Una novela cuya estructura es de carácter psicológico, donde se muestra la incomunicación del ser humano, y se plantea también la problemática del amor y el odio, de cómo la inseguridad sobre uno mismo es capaz de transformar los sentimientos más profundos, un libro donde te cuestionarás quién es realmente la víctima y quién el victimario sin dejarte respirar desde el principio.
La escritura de ficción que propone Sábato atrae una serie de preguntas de diversa naturaleza, interrogantes en los planos de la intensidad o de la amplitud emocional que presenta en cada escenario, no sólo estéticas o de raigambre espiritual sino los motivos de asociar todo a un cuestionamiento ambiguo y de confrontación constante entre uno como lector. En materia de la escritura, la ficción expuesta narra una auténtica obra intelectual al llevar al límite una crisis existencial y relacionarlo con el concepto de "dolor", interrogante persistente que habría que tener en mente durante toda la novela ¿el dolor viene de la inseguridad? pero de dónde proviene y dónde radica la inseguridad de un individuo. En este punto se abre el telón a la crítica existencialista al hacer un análisis psicológico del personaje, intentando descubrir si nos encontramos ante un protagonista esquizofrénico o solamente de carácter paranoico. Ambas visiones tienen un lazo de encuentro y ese cruce de caminos tiene nombre propio "Soledad". La soledad se puede ver representada en la metáfora del túnel. Castel camina por un túnel del cual se encuentran alejadas las demás personas, va solo. Al matar a María le dice que lo hace porque lo ha dejado solo. Le teme a la soledad y busca a alguien que lo comprenda, que lo acompañe. También María busca a alguien, al final es eso lo que los lleva a conocerse. [1]
Si bien Sábato incentiva un ensayo y es en la ficción el terreno por excelencia donde puede conjugarlo. Para descifrar las acciones de sus personajes debemos adentrarnos en ese mundo que nos pinta el escritor, esa tierra oscura y amorfa donde intenta mostrarnos los latidos de un corazón cansado de sufrir, expresando un motivo de razones puras y metafóricas como lo es el amor y una acción deleznable e ingrata como representación del odio. El Túnel nos deja clara una cosa, el ser humano no es razón pura como pregona la ciencia, el miedo sobre uno mismo nos lleva al polo opuesto del mundo de la razón y cambiamos al mundo de la irracionalidad lo que conlleva a cambiar nuestro entorno diurno por la vida nocturna de los mitos y lo simbólico para comprender el alma humana en su totalidad y demostrar que los sentimientos, la pasión, euforia, amor, son elementos irracionales, la parte más importante del hombre que nunca debería ser cosificada.
El Túnel de Ernesto Sábato no puede encasillarse bajo ninguna tendencia literaria, a pesar de contener una prosa fácil de leer el trasfondo de los personajes y los movimientos existencialistas en éstos hacen de la obra una verdadera prueba de análisis, confrontando al lector en todo momento sí se tiene el cuidado adecuado en el desarrollo de la trama. Entender una obra de esta magnitud nos premia con la satisfacción propia de leer, la recompensa es vasta y nos permite abrir un panorama diferente en el criterio literario que podamos alcanzar, no está de más comentar que
uno buscará siempre la aceptación social que conlleva a la comprensión de nuestras acciones, como un astrónomo que no es una persona en paz, que mira a las estrellas porque la tierra no le vale, así el lector, cuánto necesitamos del conocimiento de nuestras pulsiones con el fin de no caer en un túnel oscuro y solitario como el de este personaje que piensa que nada en la vida tiene sentido, nacemos con dolores, crecemos, sufrimos, morimos, mientras que otros nacen para continuar un ciclo inútil, pero como decía Sábato “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, hay que morirse", así que tú eliges.
By MaNu HemiNgway
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