Diablo Guardián - Xavier Velasco
- Manu Hemingway
- 15 abr 2019
- 4 Min. de lectura
“Por eso ahora me toca contarte la verdad. Escríbela, revuélvela, llénala de calumnias, hazle lo que tú quieras. No es más que la verdad, y las verdades ya ves que siempre sobran” ( Velasco Xavier, 2003). Cuando en febrero de 2003 Xavier Velasco es galardonado con el codiciado Premio Alfaguara de Literatura se explica el por qué dictaminar a una obra llamada "Diablo Guardián" como la mejor obra de la editorial; el veredicto es parco y directo. Mencionada premiación causó una revuelta en el mundo literario recayendo en la sorpresa y en ciertos casos en la desaprobación de las letras hispanoamericanas. En este caso fue todo lo contrario a favorecer una novela de un escritor consagrado, de súper ventas o de mera mercadotecnia y es que premiar la pluma de un escritor desconocido con el premio más codiciado monetariamente de la lengua hispana no es ajena a la codicia y la mafia favoritista.
Prácticamente era nula la información que se tenía del escritor mexicano, nativo de San Ángel, a lo más, autor de algunos relatos y ensayos menores fuera del brazo de la editorial Alfaguara. Una vez realizado el fallo del premio, la obra paulatinamente comenzó a ganar legitimidad sin el respaldo absoluto del galardón, en diversas librerías el ejemplar del libro se ponderaba en alta demanda y era detectado un estante vacío donde antes se veía un ejemplar del Diablo Guardián. A pesar de la difusión masiva o inercia de la editorial, la obra fue recomendada en diversos sectores literarios donde gustaba al lector y, más que polémica, causaba sensación, esto ratificado desde el dictamen del jurado que demarcó con alta justificante su falló inapelable "ha valorado el tratamiento del lenguaje oral al servicio de una narración que cautiva al lector por su dinamismo, gracia y tono picaresco…”, además, dice que la novela “...abre perspectivas originales al presentar los conflictos de lenguaje y cultura que surgen en el encuentro de lo hispano y lo norteamericano, a través de la voz y las peripecias de un extraordinario personaje femenino. …“
En pocas palabras, una obra tentadora hasta el paroxismo, de esas que no puedes dejar de leer, ya se por placer o por morbo, da igual.

La historia del libro se centra en una joven de 16 años llamada Violetta (Rosalba) que huye a Nueva York después de robarle 100,000 dólares a sus padres, mismos que habían sido hurtados por éstos a la cruz Roja. A su llegada a la gran manzana el dinero robado se esfuma en compras insulsas, teniendo que recurrir al embuste y el engaño para sobrevivir conquistando hombres adinerados en los vestíbulos de los hoteles más lujosos, utilizándolos para postergar su sueño, encontrándose en uno de ellos a Nefástofeles, un truhan aún más vivo que ella, quien se hace pasar por un supuesto heredero que la deslumbra y a partir de ese encuentro es que la vida de Violetta comienza a experimentar una faceta de antología. Nefástofeles se transforma en una daga clavada en la espalda de la chica hasta su regreso a México, en dónde se topa a otro singular personaje, “Pig”. Un joven escritor, que por conformidad termina trabajando como un simple publicista. Después de la entrada de Pig en la vida de Violetta, llega el momento del Diablo Guardían. Lo que se transforma en el momento crucial de la historia, ya que es tiempo de cerrar los ojos, lanzar los dados y mandar todo al diablo, pero esto, solo se hace cuando crees que realmente ya todo se va a acabar. [1]
La construcción del personaje de Violetta es un punto fundamental y preponderante en la narrativa de Velasco, dotada de una destreza con aroma particular y amalgamada con todas las virtudes propias del embuste la protagonista nos demuestra el lado más oscuro a lo que se puede enfrentar una mujer que tiene convicciones impertérritas y metas claras; dinero y su banalidad en lo consecuente, no importando la condición de la víctima en la que obtendrá un beneficio, logra siempre (dentro de su personaje) una credibilidad en su acto, que al lector seguramente dejará al hilo de la incomodidad, conglomerando sentimientos de aceptación y exceso de pudor por las pericias de Violetta que usará historias remendadas o agridulces, vestimenta pretenciosa raspando en la vulgaridad y hasta un lenguaje no apto para un "ganador de un premio Alfaguara" enfatizando que la mayor parte de la novela se describe en una narrativa que hace uso de un lenguaje poco formal y hasta cierto punto muy coloquial, aludiendo sin duda a la manera que se expresa en general un citadino mexa.
El Diablo Guardián de Xavier Velasco cocina con ingredientes poco explorados una historia contada sin debilidad o reserva por lo docto, una novela desafiante que trata de escapar en todo momento de la trampa de la nostalgia para evitar embellecer al personaje o sus circunstancias en la trama, no tratando de maquillar lo evidente y la intención de engaño (como sucede en la novela negra como referente) para conjugar un matiz de suspenso, en esta obra no hay más que una confesión de todo lo que uno es capaz de hacer con tal de lustrarse con el espejismo de lo "no ganado" el menor esfuerzo envuelto en el velo del éxito, permitiendo al lector sonreír con cada acción de esa mujer llamada Violetta que describe su pasado convencida de haber hecho lo correcto, consiguiendo lo planeado y al contarlo de sentir el peso de la conciencia en su ser, se rejuvenece la sensación prolífica y subversiva del que se elogia a si mismo al evocar su vida en ese Diablo Guardián que la escucha y la predica en cada frase, recuperando en el relato la alegría de lo perdido, como nos pasa a muchos cuando nos arrepentimos no de las experiencias relatadas, sino, de no haberlas contado antes, para la posteridad. ¡Amén!
By MaNu HemiNgway
Comments